SOLILOQUIO DE LOS DESEOS "PROSCRITOS"

Mil deseos sacuden, violentamente, mi alma. Deseos que jamas se veran colmados. Solo en mis suenos seran realizados. Choque brutal con la realidad; sin embargo, tengo el corazon ya prevenido. Madrugadas consumidas, una tras otra, con gratas ensonaciones. Y cuando levemente empieza a clarear, se esfuman sin apenas sentir.

Son deseos que la sociedad desecha. Pero que la naturaleza acepta. Deseos que, pese a no implicar malicia ni morbosidad, hay que guardar muy dentro... aunque nos abrasen el alma. Conformarse en multitud de ocasiones con tan sumamente poco, con espejismos de la verdad, que hace llorar. Lenta y dolorosa agonia. Muerte en vida.

Anhelos de noches compartidas. Anhelos de abrazar y sentirme abrazada. Busqueda de hondo calor. De ese hondo calor embriagador que anega de paz el corazon. Quietud sublime. Perfecta ignorancia del transcurrir del tiempo. No existe el ayer; tampoco el manana. Solo el momento. Balsamo de luz difusa. Susurro de voces. Sonrisas. Brillo de dicha indefinida en unos ojos. Miradas que hablan. Gozo ilimitado...

Pero no. Jamas se haran realidad. Jamas volvere a hablar de ellos. Conmigo viviran. Y cuando llegue mi ultima hora, conmigo han de morir. Son deseos indeseables. Son mis deseos "proscritos". Y su sola mencion esta fuertemente castigada.

Madrid, 7 de noviembre de 1984