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FLAUTA Y VIOLIN Todos los dias, cuando el sol deja el paso libre a la noche y en el
cielo estrellas y luceros empiezan a acomodarse, se oye sonar una flauta. La
brisa trae el sonido agudo, alegre y vibrante desee las altas montanas. Mas,
cuando el gallo lanza su grito estridente a eso de la medianoche, calla la
flauta y le sustituye el quejido de un violin... Violin que parece llorar durante toda la madrugada hasta que amanece.
Los entendidos en musica hablan de piezas desconocidas, improvisaciones que
flauta y violin repiten siempre durante la noche. La imaginacion popular ha inventado acerca de esto, miles de
historias. Hay quienes aseguran que se trata de dos musicos que fueron muy
amigos. El flautista fue asesinado mientras tocaba esa pieza y el violinista,
al encontrar el cadaver de su amigo, hizo sonar su instrumento musical hasta
la alborada. Otros dicen que sus espiritus estan condenados siempre a tocar,
tras violar a una doncella del lugar. Pero tampoco falta quienes hacen
coincidir ciertas fechas, dandole un sentido politico a la historia. Estos
ultimos afirman que los dos artistas no se conocian de nada, y, sin embargo,
fallecieron en el mismo lugar. Para narrar esto, retroceden hasta los anos de
la guerra civil. Segun esta version, el flautista era miliciano del Ejercito
de la Republica y el violinista, por el contrario, militaba en las filas de
los sublevados. Ambos fueron muertos en el mismo lugar, aunque en distinta
fecha. Durante la dictadura franquista, los dos espiritus estuvieron
callados. Mas el 20 de noviembre de 1975, aniversario de la muerte de .Jose
Antonio �fundador de Falange� y dia de la muerte del dictador, la flauta
empezo a tocar esa misma musica alegre y vibrante, dando la bienvenida a un
regimen democratico y en libertad. E1 espiritu del falangista, ante tamana
falta de respeto, se revolvio en su tumba e hizo sonar en el violin un canto
de dolor, lamento y despedida hasta que el mismo sol salio. xxx xxx xxx Sea lo que sea, la existencia de este fenomeno se corrio como la
polvora, llegando tambien a los oidos de unos amigos mios. Enterados estos y
picados por la curiosidad de escuchar a los musicos fantasmas, fuimos todos
en una noche de julio. Alli, hundidos en el silencio magno y profundo del atardecer, pudimos
escuchar como de las mismas entranas de la. tierra brotaba el canto alegre de
la flauta y, a eso de las doce, el quejido hondo del violin. Di un paso por delante de mis amigos y de repente, sin saber como, me
vi trasladada a cierta parte de la montana. Me encontre en los pinares,
detras de una roca y a escasa distancia de la cumbre. Aquella altura me hizo
sentir mas fresco que una fraccion de segundo antes, cuando estaba al pie de
la montana. Intente moverme. No podia cambiar ni un musculo de postura.
Aquello me era todo muy extrano. Mas, pese a todo, me parecia haberlo vivido
en otra ocasion, que mi memoria no alcanzaba a ver claramente. Estaba intentando buscar una explicacion logica a todo aquello, cuando
hasta mis oidos llego el murmullo de unas veces humanas. Intente llamarles.
Vano intento. La voz tambien se negaba a salir. Entonces fue cuando me di
cuenta que me encontraba alli no en cuerpo y alma, sino de un modo etereo. A
ellos les podia escuchar, incluso ver, pero a mi ellos no. De todas formas, no podia salir de mi asombro cuando la luna ilumino a
aquellas dos figuras humanas. No fue la juventud de los dos ni tampoco el que
ambos portaran armas... sino que se declaraban pertenecientes a LAS MILICIAS
REPUBLICANAS! �A que epoca habia retrocedido yo? Como si el Destino hubiera
deseado responderme a aquella pregunta, uno de ellos saco una petaca y papel
para liarse un cigarrillo. Con la petaca, salio a la vez una agenda, yendo a
caer por la ultima pagina escrita. En ella pude leer la fecha,
escrita del puno y letra del muchacho: 26 DE JULIO DE 1937 y una foto en que se le veia tocando la flauta, junto a una joven
morena, que le sonreia de una manera especial. Por eso no podia moverme ni hacer nada. Estaba en una fecha en la que
aun yo era una sola posibilidad de existir. Todavia, en aquella epoca, mis
padres no se conocian y, sin embargo, ahi estaba yo. Se hallaban platicando tranquilamente, sin mirar mas que de cuando en
cuando de reojo al valle, cuando el silencio de la noche se quebro
subitamente por una rafaga de ametralladora. A mi lado rodaron los cuerpos
sin vida de los dos milicianos. Nuevamente, por unos brevisimos instantes, se
hizo el silencio. Un silencio sepulcral, de muerte. Silencio que fue quebrado
por tabletear de metralletas, disparos de fusil, gritos de piedad y agonia.
Dolor y destruccion. Sed de sangre. Locura criminal Disparidad ideologica que
enfrenta a hermanos y desborda la cordura. Muerte por doquier... !Santo
Dios!, �por que no podemos respetarnos unos a otros? Al cabo de breves segundos, llegaron unos falangistas. El que iba
delante de todos se acerco hasta los cuerpos semidestrozados de los
republicanos. En su rostro se podia ver un brillo de salvaje alegria,
demencial triunfo. Se agacho sobre los cadaveres y un haz de luz ilumino la
tragedia. Mas cuando observo el rostro del que fuera flautista, ese gesto de
vencedor cambio radicalmente. De un brinco se puso en pie, con una mueca de
terror y asombro. Un nombre salio de sus labios con un sonido gutural:
"!Miguel!" Y de piedra en piedra, retumbando en la montana, resono
la voz ahogando el estrepito de las armas. El falangista se alejo de sus
camaradas escasos metros. En su faz aparecio un gesto de preocupacion y
desolacion, absorbido ~n tetricos pensamientos. Pasaron
como unos diez minutos. Un muchacho se acerco a todos los que estaban
proximos a mi para anunciar que la batalla habia sido ganada, con un saldo de
diez muertos, quince heridos y veinte prisioneros y solo un par de bajas en
las filas propias. Risas salvajes de triunfo �brotaron de aquellos
vencedores. De pronto, como obedeciendo a un mandato interior, todos se
cuadraron y con el brazo extendido entonaron el �"Cara al Sol". Poco
despues, llegaron otros mas con botellas de vino, �que empezaron a correr de
mano en mano. Una celebracion de la victoria lograda. Uno de los recien llegados se acerco al falangista solitario y
meditabundo y le ofrecio un trago de "quitapenas". El muchacho
acepto. bu amigo le animo para que fuera con todos los demas. El falangista
contesto que no se hallaba de humor. "He matado a mi hermano. Tenia 16
anos y muchas ganas de vivir. Yo segue esa vida.. .� "Anda, ven. Asi no
vas a lograr nada. El ha muerto..." Con desgana, el falangista se
levanto y fue con los demas camaradas. Cuando le vieron, le pidieron que
tocara el violin y asi lo hizo. Con unas lagrimas que, traidoras, asomaban a
sus ojos logro arrancarle al violin una serie de melodias alegres y festivas
que entonces estaban en boga. Triste me parecio aquel espectaculo. Es mas: grotesco. Por todo y por
todos. Festejar la muerte, celebrar un derramamiento de sangre. En medio de
todos aquellos de camisa azul y pantalon negro, con el alma deshecha, de pie,
tocando para todos aquellos lobos sedientos de sangre, aunque tambien, en
cualquier otra parte, pero en vez de fascistas, repu blicano s. A medida que la noche avanzaba, el cansancio y la bebida iban haciendo
mella en aquellos cuerpos. Poco a poco, se iban retirando a dormir... hasta
que el violinista se quedo solo. Sus ojos tropezaron con la tierra, aun tinta en sangre de su hermano.
Cabizbajo, meditabundo, con el dolor pronto a estallar y el rostro banado en
lagrimas, llego hasta la roca. Con voz entrecortada dijo: �Miguel,
hermano, �que locura homicida se ha apoderado de nosotros? �Que nos ha
pasado...? Santo Cielo, �quien nos diria, cuando eramos ninos y jugabamos
juntos, que... un torbellino demencial nos pondria frente a frente y yo mismo
te daria muerte? Tu, una tarde te fuiste con los obreros, levantaste el puno
y cantaste "A las barricadas". Yo marche con los ricos y entone el
"Cara al Sol"... Mas ni a ti ni a mi nos importaban esas
diferencias. No impedian que siguieramos estimandonos y apreciando... Sin
embargo, hoy acabe con tu vida... �Que nos ocurre a todos, Miguel, que? �Por
que esta guerra inhumana, por que este continuo derramamiento de sangre...?
�Tu lo entiendes? Yo no... Sus dedos juguetearon con las cuerdas del violin, incapaz de expresar
sus sentimientos con palabras, desbordo todo lo que llevaba dentro cuando el
violin empezo a sonar. Y el violin tambien lloro. El lamento que de sus
cuerdas nacia, lo llevaba la brisa por toda la comarca. Con grandes subidas y
bajadas de tono! y crescendos que expresaban honda tristeza, profunda
amargura y terrible desgarro. Pasaban las horas y el violin seguia, sin
cesar, reflejando el sentir del joven. Llego el momento en que el sol anunciaba un nuevo dia. El musico dejo
de tocar. Miro otra vez la roca. Miro tambien la mancha de sangre y donde su
hermano estaba enterrado. Se levanto. Acercose a la tumba. Dejo el violin en
el suelo. Su mano toco le pistola. Desenfundo. Tranquilamente, quito el
seguro. Apoyo el frio canon en la sien. Apreto el gatillo... xxx xxx xxx Esto
hace cuarenta y cuatro anos que ocurrio y solo cuatro desde que yo misma lo
vi. De verdad, temo volverme loca. Durante todo este tiempo lo he guardado en
secreto. Curiosamente, lo que en aquel dia de 1937 ocurrio en horas toda una
noche� mi espiritu lo vio en cuestion �de escasos minutos, como si fuera una
pelicula que se proyectara. Hoy se lo digo a usted, que hace muchos anos que
me conoce y sabe muy bien de la excelente salud mental mia. De todo esto, yo he sacado mis propias conclusiones. En el fondo, �no
es peligrosa la demencia que aflige a la Humanidad? Que en un torbellino de
locura co1ectiva, por ideologias opuestas, se enfrenten hermanos y maten
entre ellos, �no ea, acaso, un sintoma de que algo anda mal en los humanos? En fin, no le molesto mas. Haga con esto lo que quiera. Puede o no
creerselo. Si lo desea, algun dia mantendremos una charla sobre esto. Reciba
un cordial saludo de Autora:
Pilar Villagrasa C. Alarcon, 22 de agosto 1979 |
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