Con Maria Internauta conocí un mundo
que, hasta entonces, solo había oído nombrar y de una forma muy circunstancial,
sin saber qué era aquello... Descubrí el mundo donde los corazones solitarios
matan su soledad, donde los tímidos olvidan su timidez, donde los soñadores
enarbolan sus sueños... Y donde las almas se unen, donde las distancias físicas
no existen y donde todos y cada uno son alguien... aun sin ser nadie. Donde la
palabra y la imagen son reinas y señoras. Y la imaginación, por supuesto, es la
emperatriz por antonomasia. Me refiero, por supuesto, a la Red de
Comunicaciones INTERNET.
Un mundo que, una
vez que se entra, posee tal poder de seducción, que es difícil salir de él.
Que, además, tiene un lenguaje muy particular... eso, sin hablar ya del irc, o de los servidores y canales de chat, donde la comunicación
es directa. Donde la onomatopeya -es decir, dar forma de palabra escrita a un
sonido- está a la orden del día, Ese universo intangible por un lado, pero real
por otro, que supone la informática y su aplicación a las relaciones humanas.
Como es sabido,
Internet ofrece a sus usuarios un ingente abanico de posibilidades, desde
navegar para buscar determinada información sobre los asuntos más variados,
hasta comprar a distancia, y, sobre todo y ante todo, es un medio de comunicación a entera disposición del más común y
normalito de los mortales, donde cada cual puede expresar libremente sus
opiniones... Es decir, el sistema democrático por excelencia. Aun para aquellos
que sienten aversión hacia la diversidad, son admitidos sin reparos.
Sin embargo, poco podía
imaginar Maria el cambio tan grande que supondría para ella su acceso a
Internet...! Porque Maria era una persona más bien tímida, retraída, que le
costaba un trabajo ímprobo relacionarse con la gente... Físicamente, no se
puede decir que fuera candidata a top-model, pero,
bueno, se la podía mirar sin que nadie se llevara un susto. Sin embargo, una
serie de complejos e inseguridades, impedían a la muchacha mantener una relación
fluida con sus semejantes.
Por eso, cuando no se sintió tan
observada en internet, poco a poco, fue abriendo su alma y su corazón a
aquellos otros chateros que, al igual que ella, también sufrían su ración de
soledad. Además, tuvo suerte. Sí, porque fue a dar a un servidor pequeño, casi
familiar, donde a la gente les gustaba más hablar en el canal que por privados;
donde todo el mundo era aceptado... y recibido como al íntimo amigo que hace
tiempo que no se ve.
Al principio, a Maria le costaba
trabajo imaginar que hablaba con personas de carne y hueso, pero luego se fue
haciendo a la idea de que aquello era más real que virtual y que aunque el
medio es una máquina, al otro lado había una persona que también tenía sus
necesidades y sus inquietudes. En su mente, para ello, se imaginaba un rostro,
con unas facciones no muy determinadas, pero suficientes para hacerse a la idea
de que tras ese otro ordenador, había un ser humano manejándolo.
Risas, bromas, ligoteo fácil... y sobre
todo, mucha imaginación. Eso es lo primero que llamo la atención de Maria: el
derroche de imaginación que hacía cada uno y cada una, a la hora de entablar
una conversación. Ese suponer que estás haciendo a alguien cosas que la
distancia física impide: por ejemplo, dar un beso de saludo a alguien que se
acaba de conectar... y que como muy cerca, está a varios centenares de metros de
quien lo envía. Maria había escuchado, en ocasiones, a su madre hablar de aquel
mayo francés del 68 -que tuvo como escenario el Barrio Latino de la ciudad de
Paris- y de una frase que, por aquellos días, se convirtió en una especie de
consigna: IMAGINACIÓN AL PODER...
Si aquellos jóvenes de entonces, hoy
convertidos en hombres y mujeres con poder y olvidados de aquella época
revolucionaria, hubieran tenido la posibilidad de viajar en el tiempo, hacia el
futuro, justo treinta años... verían que su demanda se había hecho realidad, de
una forma un tanto peculiar.
Como digo, con el tiempo, Maria
fue conociendo a multitud de chicos, hombres y mujeres de todas las edades, con
quienes mantenía una relación más o menos estrecha. Entre ellos, había sobre
todo un grupo que le parecían todos de fábula, o, por lo menos, esa era la
imagen que daban a través de la pantalla. Que Maria una cuestión que se
planteaba es la gran facilidad para mentir que tiene todo el mundo a través de
un chat... aunque, suponía, que la mentira tenía idénticas propiedades tanto
dentro como fuera del chat: es decir, las patas muy cortas y la facilidad para
pillar al mentiroso antes que al cojo... De todas maneras, Maria se tomaba el
asunto de la mentira ajena con cierta filosofía: el que miente, está obligado a
buscar la forma de mantener viva esa mentira, y continuar creando un rol que no
le corresponde... Por tanto, el trabajo es para el mentiroso, no para el que le
escucha, que, aunque le crea y luego descubra el engaño, con decir "no
merece la pena esta persona", lo tiene más que solucionado.
Entre las personas
con las que hablaba, había particularmente, un chico que le caía muy bien. El
nick de ese chico en particular era Petrus.
Solía conectar los fines de semana, de madrugada. El muchacho aseguraba que se había
ido con sus amigos de juerga y que, cuando se recogía, se conectaba un rato:
para mirar si tenía mensajes en el mail y mientras, hablar con algún amigo o
amiga del chat. En realidad, a Maria le parecía algo extraño: llegar de noche,
de estar por ahí de juerga, con copas y demás... y conectarse.... mientras
miraba el mail...! Pero mails ¿de quién a esas horas? Además, ¿no tenía otra
hora mejor en todo el fin de semana para mirar el correo? Pero el chico era tan
majo, tan encantador... y le decía esas cosas tan bonitas... que Maria
Internauta nunca se preguntó nada sobre el...
Los privados que
Petrus y Maria mantenían eran puro romanticismo. Unas ternuras tales, que
cualquiera que leyera aquellos diálogos sentiría su alma estremecerse de pura emoción.
Algo así era lo que Maria sentía cada vez que hablaba con él y luego releía
todas y cada una de las cosas que le decía. A su pesar, Maria se intentaba
imaginar cómo era Petrus. Ciertamente, el jamás le dijo si era alto o bajo, si
rubio o moreno... Ella, simplemente, lo soñaba... y sus sueños siempre iban
mucho más allá de lo que la realidad dejaba entrever.
Maria Internauta,
no obstante, pese a la seguridad de sus sentimientos hacia Petrus, también tenía
sus dudas y sus interrogantes, aunque, a decir verdad, tampoco se paraba mucho
a analizarlos... Sencillamente, Maria se dejaba llevar por un torrente de ensueño.
Pero se planteaba, de cuando en cuando, como era posible enamorarse de alguien
a través de una pantalla de ordenador. Maria no hablaba de esto con nadie, ni
siquiera con sus amigos del chat y, menos aún, con gente fuera de él... pues
Maria sabía que sería tachada de insensata, loca y otros apelativos similares.
Por eso, Maria
callaba... Hasta que un día, en que en ese servidor donde ella se conectaba
habitualmente, no había apenas gente con quien mantener una conversación
medianamente animada, se fue a otro servidor más grande.
Maria tenía en su
listado de notify puesto, como es lógico pensar, a PETRUS. Y él también la tenía
a ella. Total, que como digo, Maria se fue a dar una vuelta por ese otro
servidor. En el Status, antes de entrar, se le indico
que ya había alguien con igual nick, con lo cual, automáticamente, se cambió al
alternativo. Y... ¡oh, sorpresa...! El notify le indicaba a Maria que Petrus
estaba allí, en el canal... ¡oh, Dios mío...! en el canal AMOR...
Maria no podía dar
crédito a sus ojos... Su Petrus en un canal de AMOR...! Pero, ah, podría ser
otro con idéntico nick... Maria, por un lado, quería entrar y cerciorarse de
que era otro pero, a la vez, temía que se tratase del mismo Petrus... Ella no podía
quedarse con esa duda... Así que fue a ese canal, sin pensarlo dos veces.
Maria vio a
Petrus, que le saludo de forma correcta... Aunque cuando Maria dijo que era la
primera vez que ella iba a ese canal, él le contesto que era asiduo, sobre todo
entre semana. Y al preguntar ella por los fines de semana, el contesto que según...
si estaba animado el canal o tenía algún privado interesante,
pues se quedaba hasta que le vencía el sueño... y si no, se iba a otro server,
donde una chica lo esperaba...
-¿Tienes novia o algo así?
-pregunto Maria, sin querer dar importancia a la cosa
-No, que va... Ella sí cree que
somos algo, pero en realidad no somos más que conocidos. En realidad, estoy
casado... y tengo dos hijos, de 13 y de 15 años...
-Anda ya...! Eso es mentira...!
-¡Es cierto! Estamos a
punto de divorciarnos mi mujer y yo...
-¿Pues que película le
cuentas a tu amiga o tu novia o supuesta novia...?
- ¡Uy, eso ella no lo sabe...! ¡Ni
idea de que estoy casado...! Se entera, vamos... ¡Y es capaz de degollarme!
- ¡No me extraña, tio! No sería para menos...! ¡Si no sabe que estas casado,
y se lo has ocultado deliberadamente, la estas engañando...!
-No tiene por qué saberlo...
-Algo habrá para que, según tú,
ella piense que es tu novia... Por cosas que la digas, por... no sé, batallas
que le cuentes... Pero no creo que sea por mantener una simple conversación de
amigos...
-¡Bueno...! Me gusta
ser amable, cariñoso... En fin, esas cosas...
-Ahora, mi pregunta es la: ¿qué
entiendes tu por ser cariñoso, amable...?
-Pues... eso, ser cariñoso...
-Ya... Te olvidas de un pequeño
detalle, Petrus... "lo definido no puede entrar dentro de la definición".
-Es que es difícil explicar ese término...
-Bueno y cuando apareces de
madrugada en ese server... ¿qué mentira le cuentas a
tu amiga?
-Ah, una muy tonta y que se la
traga tal cual: que vengo de estar con los amigos por ahí y que entro a mirar
el mail...
--¿Y se lo cree?
- ¡Hombre...! Ya te digo! Se cree
TODO LO QUE YO LE DIGO...
-Entonces, según eso, si no lo he
entendido mal, es que le dices también cosas de amor... Como "estoy loco
por ti", "me haces perder el sentido"... etc. ¿No?
-La verdad, que sí.
-Y ella te cree...!
-A pies juntillas...
-Además lo dices con orgullo...!
La estas engañando vilmente y te enorgulleces de ello...
-Yo...
-Tu eres ese tipo de hombre que
contamina... Eres el perfecto embustero. Engañas a tu mujer, engañas a una
amiga... todo por el afán de sentirte conquistador pero luego eres tan cobarde
que necesitas la mentira continuamente. Mientes porque en tu vida has dicho una
verdad. Eres frio. Estas vacío. Tus sentimientos de amor son falsos. Tus
palabras, huecas. Mientes tanto, que eres incapaz de decirte a ti mismo
MENTIROSO. No crees en nadie porque tú eres el primero que no cree en ti,
porque eres el que más miente. Te escudas en el engaño. Sin embargo, tú que te
crees tan listo, olvidas que el azar también juega a favor de los demás. Yo soy
MARIA, LA TONTA QUE HAS ENGAÑADO TANTO TIEMPO... Pero que afortunadamente hoy
le has hecho descubrir tu juego, tu maldito juego... Olvídate de mí. Y vete a
contar embustes a otra infeliz. Y como me mandes un solo mail, o un solo
privado... ¡Te juro que te busco un buen lio...!
Maria, una vez que
soltó toda la parrafada, que fue escribiendo con los ojos llenos de lágrimas,
se desconectó del mirc, pero no así de lo que es Internet. Me tomó entre sus
manos, me rodeó y apoyo su cabeza sobre mí, llorando desconsoladamente. Y en
ese momento, en su buzón de mail apareció un mensaje... Para ella y para muchos
más... En resumidas cuentas, con un lenguaje risueño y divertido, el anuncio
para una quedada de internautas, de gente de ese mismo servidor que por fin se
iban a ver. Para la fecha aún faltaba. Y, además, era en su propia ciudad, con
lo cual problemas de alojamiento no tenía ninguno.
La verdad, que
aquella noticia no le apetecía nada... En esos momentos, no quería cuentas con
nadie ni nada que tuviera contacto con el Petrus. Sin embargo, si por algo quería
ir era porque su orgullo no le concedía la oportunidad de dar el gustazo al tal
de verla, o imaginarla, derrotada, llorando por los rincones... Ah, no...! Eso sí
que no...! Es más se conectaría de nuevo, y sería la chatera más divertida,
alegre y jacarandosa de todo el server. A Petrus le añadiría
a la lista de ignorados, así ni le vería si le decía algo en el canal, si le
mandaba algún privado... ni nada.
Resuelta, con toda
la decisión del mundo, Maria fue al server habitual,
con su nick de siempre. Su notify no le aviso que estuviera Petrus. Pero sí de
que estaba su mejor amiga del chat, PELIRROJA
y para Maria ese hecho fue primordial, pues sabía que podría contarle lo
ocurrido con Petrus.
Esta PELIRROJA, en
realidad, era una gran persona. De esas mujeres cariñosas, comprensivas, que
saben escuchar a todo el mundo y te prestan su hombro cuando es necesario. Repartía
su tiempo de chat de tal manera, que a todos y a todas atendía, ofreciendo
siempre su cariño, su amistad y sobre todo, su alegría. Digamos que cuando ella
entraba, en el canal se encendía como una luz. Su risa llegaba a todos los
corazones, como rayo de sol que hiende las umbrías. Jamás faltaba una palabra
de apoyo para quien estuviera decaído... En realidad, era una amistad que todos
se rifaban por tener. Pero que nadie piense que PELIRROJA era (es) una mujer
que se deje avasallar por nadie. Porque a más de uno que se tomó unas
confianzas que ella no concedió en ningún momento, le paro los pies de forma
contundente, de esas que no dejan lugar a dudas. Y tampoco era una mujer
rencorosa, pues si la persona en cuestión se mostraba de forma correcta, ella
le seguía tratando como si nada hubiera pasado. Por esta serie de cualidades,
PELIRROJA era una persona muy querida y admirada en el chat. Y a esa calidad
humana, Maria no era ajena ni inmune. En el sentido de la más pura amistad,
Maria se había dejado cautivar por esa humanidad tan arrolladora de PELIRROJA.
Por eso, cuando en
aquellos momentos, PELIRROJA hacia su irrupción en el chat, Maria se sintió
tocada realmente por la fortuna. Sabía que tendría que esperar turno de privado
-es evidente que una persona de esas cualidades sea objeto de muchos privados-
y sin embargo, a Maria no le importaba. En realidad, a su pesar -que todo hay
que decirlo- PELIRROJA la tenía acostumbrada a esperar turno... a ella y a todo
el mundo, ante la imposibilidad de atender únicamente a una persona, pues todo
el mundo la reclamaba para sí. Pero ya digo que a Maria eso le tenía sin
cuidado... Se sabía escuchada, pese a que la contestación tardara en llegar. Y
ese día, más que la dijeran... Maria necesitaba ese hombro donde poder llorar
sus penas.
-Tal vez he pecado
de ingenua, tal vez he sido demasiado soñadora... -empezó Maria a contar- Tal
vez antes debí informarme sobre él y no dejarme llevar por mis sentimientos...
Se que me dirás -o si no, por lo menos lo pensaras- que he pagado algo así como
la "novatada" del chat... Tal vez, incluso, te sonrías cuando te diga
que de un nick me enamore perdidamente y ese nick me engañó vilmente... Que está
casado, he sabido sin que el supiera que era a mí a quien se lo contaba; que
todas sus palabras eran solo palabras, vacías de sentimiento, eran una pura
mentira... Creí que a mi puerta, por fin, se dignaba a llamar el amor, pero
solo era una cruel broma, que me ha destrozado el alma. Y ahora, mi querida
amiga, estoy desesperada...
-Bueno, bueno...! Venga, mujer...
De momento, levanta ese ánimo un poco, y cuéntame que te ha pasado con Petrus.
Supongo que se trata de él, ¿no?
-Si, de Petrus... Veras. Estaba aquí,
aburrida y tal. Total, que como he oído tanto hablar del "HISPANO",
me he salido de aquí, y me fui a ver que tal era ese servidor. Resulta que no
me ha dejado entrar con mi nick habitual... -y Maria fue contando a su amiga
Pelirroja los pormenores de su encuentro con Petrus y su conversación con él,
sin que este lo supiera...
Pelirroja, por su parte, escuchaba la historia,
atentamente, a pesar de que respondía solo con monosílabos, cosa que hacía así,
más que nada, por razones técnicas del mirc. Al fin, era una historia, para
Pelirroja, repetida hasta la saciedad en el chat... a pesar de comprender en
toda su magnitud que la persona que en tal trance se veía, lo pasaba realmente
mal. Es evidente: a nadie le gusta que le engañen y que les hagan crearse unas
ilusiones que, al primer soplo de aire, se desvanezcan del todo. Pelirroja
llevaba ya tres años de experiencia en el mirc, y la verdad le había ocurrido
casi de todo. Y sabia de sobra como actuaba la gente.
Por eso, cuando Maria le termino de contar sus
penas, Pelirroja, realmente conmovida, le dijo:
-Sinceramente,
lamento mucho lo que te ha ocurrido con Petrus. Digamos que has pagado la
novatada. Este sitio, el chat, efectivamente, se presta mucho al engaño. Es
decir, si quieres puedes engañar fácilmente. Pero eso solo queda para los
desalmados, para los cobardes, que no se atreven a hacerlo en vivo, pero si
protegidos por el anonimato de una pantalla, que oculta su rostro, su voz... y
que solo sale lo que ellos quieran que salga. Lamento, repito, que esto te haya
sucedido. Mi único consejo es que, de aquí en adelante, no te tires tan de cabeza
a la piscina de la ilusión. Y hasta que no compruebes de forma fehaciente que
ese tío es honesto contigo, procura por todos los medios no levantarte esos
castillos en el aire... No obstante,
comprendo que, cuando nos enamoramos, es muy difícil no soñar.
También te digo -en lo que se refiere al resto-
que, como en todas partes, afortunadamente, de todo hay y aquí también... y
sobre todo, GENTE COMO ES DEBIDO. Que no somos ni mejores ni peores que el
resto del mundo. Al fin y al cabo, del mundo igualmente somos. No sé si sabrás
que, de cuando en cuando, se organizan quedadas, en distintas ciudades. Es una
forma de mantener el trato más vivo. Y allí es donde nos vemos todos las caras,
pues no tenemos de qué ni de quién escondernos. De momento, olvida tu asunto
con Petrus. Pues aunque ahora mismo te parezca imposible, en realidad, es solo
un nick que olvidar. Y aunque te resulte increíble, son muchas las parejas que
se unen a través de internet... Es un medio de comunicación, un punto de unión
en realidad único. Donde nadie es más que nadie... Y todos somos realmente
iguales, con idénticos derechos. Aquí harás, mi querida amiga, grandes amigos a
pesar de la distancia, a los que veras solo algunas veces al año... pero que, a
pesar de la distancia, sabes que están ahí, a tu lado. Que estamos a tu lado.
Insisto que siento mucho lo que te ha pasado... Pero, es la cara y cruz de
internet. Y que al igual que existen indeseables, gente que disfruta con el daño,
estamos los que, por el contrario, disfrutamos con hacer el bien, y dar cariño
a toda persona que nos lo pide.
Por eso te digo que te vengas a las quedadas.
Ya sé que la primera es una mezcla de sensaciones extrañas, sobre todo al
principio... cuando empiezas a ver las primeras caras correspondientes con los
archiconocidos nicks. Pero, como te digo, eso solo son los primeros minutos. A
Fulano que te lo imaginabas rubio y es moreno, a Mengano que te lo suponías
moreno y es rubio... Vente a la próxima quedada que se organice. Veras cómo
todos somos gente divertidamente zumbada, y muy abierta a todo. Y es más, quien
sabe, Maria, quizás ahí conozcas al hombre de tu vida... ¡Por qué no...!
-Es que,
Pelirroja, jamás se me dieron bien las relaciones con los demás... No sé por
qué, siempre he sido incapaz de mantener una amistad, una relación medianamente
fluida con nadie... Es la primera vez que parece que algo me funciona en la
vida, y me aterroriza pensar que se me pueda ir al garete tambien...
-Te comprendo perfectamente,
Maria. No eres a la primera que le pasa eso. Pero te digo una cosa, si dejas
que el tiempo pase sin el contacto físico, las amistades que has creado por aquí
se te perderán TODAS... porque, desgraciadamente, es así. Si ves a esas
personas que quieres, que aprecias, tal vez, alguna se te vaya... pero el
resto, permanecerá y, posiblemente, de gente que hoy solo tratas por encima, te
hagas muy amiga. El refrán de "ojos que no ven, corazón que no
siente", aquí cobra un significado especial y distinto, en cierto modo a
como es en el mundo exterior. Porque, como te he dicho, si no tienes un primer
contacto físico -visual- terminas perdiendo a esos amigos, a esas amigas...
Pero si los ves, el contacto a través del chat se hace más próximo, más
personal.
Por lo demás, no
vayas con mente derrotada... porque así fijo que te veras abocada al fracaso.
Ve siempre con la mentalidad en positivo. Será como consigas salir adelante en
todo.
Tu piensa lo,
Maria: si estamos aquí, en el chat, es por un motivo. Si tuviéramos don de
gentes, facilidad de acceso al trato... es evidente que no estaríamos aquí,
sino fuera. Estamos aquí por una dificultad a la hora de relacionarnos con la
gente. La pantalla nos protege. Y nos da esa facilidad de poder expresarnos y
mostrarnos muy cómo somos... y dejar nuestros miedos a un lado.
Te confieso que a mí,
personalmente, me ha pasado que por cosas que me han dicho en el momento
oportuno, han conseguido hacerme saltar la lagrima.
-Pero, Peli, -insistía
Maria- es que yo soy un caso muy especial de desastre... Y si voy a una quedada
de esas... estoy convencida de que la lio...
-Di, más bien, que
LA LIAMOS TODOS. Porque las organizamos bien... de forma que nos reímos todos. Habrá
una quedada muy pronto -dentro de tres semanas- en Madrid. Es tu ciudad. Acércate,
y vente con nosotros. Veras como lo que te digo es verdad. Vente...
Y Maria fue. Claro
que fue...! Y Maria conoció a muchos amigos, a muchas amigas. Entre ellas, por
supuesto, a Pelirroja, que resulto ser una amiga excepcional. Y tambien a un
muchacho que era, al igual que ella, la primera vez que iba a una quedada...
tambien de Madrid. Yo los vi marcharse a ambos. Muy sonrientes. Muy hablando
entre ellos. Los vi marcharse, porque en medio de esa nube, Maria no se acordó
de recogerme y me quede encima de la mesa.
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