|
I Parte
���� Aqui estoy, encerrado; Aqui
estoy, privado de sentir, Privado
de amar, privado de gozar. Aqui
estoy, aislado del mundo, De
ese mundo tan amargo y dulce. ���� Un alto y grueso muro De
piedra rematado de espino, Separa
a los libres como el viento De
los condenados a vivir encadenados. Quien
estuviera tras el muro, gozando
a pleno pulmon del aire, de la vida
repleta de sensaciones! Quien
fuera tan dichoso...! ���� Lagrimas mal contenidas anegan
mis ojos, cubriendolos. De
lo mas hondo de mi alma Brota
un grito de rebeldia; De
impotente rebeldia Que
llega, avasallador, hasta mi garganta. Los
barrotes de hierro agarro Con
todas mis fuerzas salvajes Queriendolos
partir como debiles maderas. ���� Un gorrioncillo cruza, raudo, Por
encima del patio vacio. Presteme
alas el cielo para volar Yo
tambien y de esta jaula salir. Gorrioncillo,
esperame que me voy contigo! ���� A nadie aguarda, a nadie. Se
remonta en su vuelo y prosigue... ���� Y aqui me hallo, esperando... Si,
esperando la hora en que salga de aqui Para
ya nunca mas volver. Esperando
la hora en que mi libertad sea devuelta. |
|