|
XL. CIENO, LODO Y FANGO
Si cieno, lodo y fango manos envidiosas sobre tu casa tiran, no te apures, amiga: cierra puertas y ventanas hasta que pase el temporal. Porque quienes cieno, lodo y fango largan, cual boomerang de Australia, mas temprano que tarde reciben en su propia cara la misma materia que enviaron. De cieno, lodo y fango construyeron sus vidas, y un hedor mortal se aduena de sus almas: solo dan lo que tienen, solo muestran lo que son. Madrid, 25 de enero de 1996 |
|