|
X. ABIERTA TENGO EL ALMA...
Abierta tengo el alma, de par
en par, a tus silencios mas
elocuentes y a tus palabras mas
silenciosas; a tus miradas mas
significativas, a tu sonrisa que disfraza un
dolor y a tu llanto vertido por la dicha. Abierta tengo el alma, de par
en par, �a tu quietud de mar agitada y a tu desasosegada calma; a la clara oscuridad de tus
ojos, �al estio invernal de tu alma y a la dulce brusquedad de tus
gestos. Abierta tengo el alma, de par
en par, al amor que transpiran tus pupilas. Madrid,
1 de octubre de 1995 |
|