SOLILOQUIO DE LA CLANDESTINIDAD Por mantener vivo un sentimiento, por no dejar morir una relacion, hoy
vuelvo a las sombras. Cual si fuera un delincuente, como si se tratara de un
delito, me dejo envolver por la oscuridad. Clandestinidad, regreso a ti otra vez. Ebrio el corazon de dulces
sentimientos, saturada el alma de sensaciones. Te busco de nuevo, corno
antano. no me dejan a la luz del sol, sera en el silencio de la madrugada.
Que nadie vea, oiga y sospeche nada. Continuar una union tempestuosa, donde
tempestades y bonanzas se alternan. Ante las presiones de algunos, las
amenazas de otros y prohibiciones, la retirada aparente. Es mi propia libertad quien decide. No la de los demas. Sobran las
amenazas y extorsiones. Sobran insultos y palabras altisonantes. Siempre
pasando de la luz a la sombra. No importa nada, cuando se trata de mantener, por encima de todo, una
intima amistad, un hondo carino. Callen las voces maledicentes, callen las lenguas viperinas. Si al sol
no me admitis, me admitireis en la madrugada. Quereis coartar mi libertad,
mas no lo conseguireis: Hoy vuelvo a la clandestinidad. Madrid, 1 de mayo de 1984. |
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