Introduccion |
Madrid, 23 de octubre de 2014
Mientras en el reloj de la Puerta
del Sol daban las tres de la madrugada, bajo la intensa lluvia que, a esas
horas, caia sobre Madrid, un hombre surcaba la famosa plaza de la Villa y
Corte. Desarrapado, con la corbata aflojada y la camisa fuera del pantalon. Imperturbable
a la que estaba cayendo, con la mirada ida, Roberto se maldecia a si mismo una
y otra vez:
- Mal rayo me cayera encima�!
Negra suerte�! Para una vez que�! �no cesaba de repetir, y mirando al castizo
reloj- Si pudiera volver atras en el tiempo�! Demonios, quien me manda
meterme en camisa de once varas!
En realidad, Roberto iba sin
rumbo premeditado. Andaba por pura desesperacion. No miraba por donde caminaba
y eso le valio pisar algun que otro charco y mancharse el bajo de sus
pantalones. Pero no estaba para preocuparse por algo que, en otras
circunstancias, si habia prestado atencion. Su cerebro lo tenia totalmente
ocupado por otras cosas. Pensamientos y recuerdos que se agolpaban sin orden ni
concierto en su mente. Flashes de diversas escenas vividas� y ese sentimiento
actual de impotencia que le devoraba por dentro. Se dirigio a la calle Mayor,
en direccion a Bailen. Un taxi que pasaba le toco el claxon. La respuesta de Roberto
fue cerrar el puno y levantar el dedo medio. Los escaparates de Mayor fueron
guia de Roberto, testigos mudos de su deambular rapido, con la cabeza gacha y
el ceno fruncido. De cuando en cuando, se quitaba el pelo empapado de la cara,
echandose hacia atras con energia. Un escalofrio le recorrio de pies a cabeza.
La humedad empezaba a hacer estragos en su cuerpo.
-De haberlo sabido� -murmuro en
voz alta, y su mente se fue en un salto a varios meses atras, a una manana radiante,
alla por octubre.