Cuando Antonio Caricaturas llego al
umbral de la Plaza Mayor, bajo los soportales de la entrada de la calle de la
Sal, vio la figura erguida de un mimo, alzarse entre la riada de gente. Todos los
dias habia alguno que, disfrazado de algo en concreto, e imitando una estatua
iniciaba una serie de movimientos si alguien dejaba alguna moneda en un
recipiente dispuesto para tal fin. El primero que Antonio vio fue en Paris.
Habia ido, en uno de sus numerosos viajes, con la intencion de vender
caricaturas a los parisinos, y en la isla donde se asienta Notre
Dame, en la explanada, vio a uno que despertaba la curiosidad de los habitantes
de la Ciudad de la Luz, hasta el punto en que tenia un publico expectante. Un
ano despues, vio a ese mimo en la Gran Via de Madrid, proximo a la Plaza del
Callao: es decir, en una zona muy centrica de la Villa y Corte, a escasos
metros de la Puerta del Sol.
Los mimos de ese tipo, con el transcurrir
de los anos, empezaron a proliferar, haciendo de la Plaza Mayor y sus aledanos
su fuerte. De todos, Antonio admiraba a uno que era como un pintor, con su
paleta sujeta en la mano izquierda y en pose fija como de hallarse ante un
cuadro. Tenido totalmente de gris oscuro, imitando el color de la piedra, sus
movimientos eran como si tomase color de la paleta y diera unas pinceladas al
invisible lienzo.
La aficion de Antonio Caricaturas por el
comic, practicamente, nacio con el. Cuando nino, ademas de leerse los tebeos,
intentaba en un papel copiar sus personajes favoritos, creando tambien vinetas
personalizadas. La primera caricatura de un personaje real, fue de su profesor
de Geografia, el cual poseia unas facciones muy buenas para la satira. Tambien
le costo el ser expulsado del aula, ademas de una reprimenda paterna... aunque
hubo un reconocimiento de las calidades de la caricatura. Antonio no es que
fuera un pesimo estudiante, pero tampoco era de los mejores. Raro era el verano
que no se le quedara colgada alguna asignatura. Harto su padre de que las
vacaciones estivales se le estropearan por culpa de su hijo, un ano, a inicios
de curso, y pensando en el periodo del ano proximo, le prometio que si ese
curso lo sacaba completo en la convocatoria de junio, que le pagaria un curso
de dibujo en alguna academia, dejandole que eligiera la especialidad que mas le
gustara. Huelga decir que ese ano escolar, Antonio estudio como nunca, logrando
su objetivo... y su padre cumplio la promesa hecha. En la academia aquella
aprendio tecnicas que, con el tiempo, le servirian para que con sus caricaturas
nadie se sintiera ridiculizado y si se viera retratado, aunque con las
facciones algo exageradas.
En la actualidad, Antonio iba todos los
dias a la Plaza Mayor, para vender sus caricaturas a los paseantes. Desde hacia
varios anos intentaba ganarse la vida asi. La verdad que lo iba consiguiendo.
Como exposicion de lo que hacia, tenia varias caricaturas de personajes famosos
del mundo de la farandula y el deporte. Antes tenia a gente del mundo de la
politica... pero tuvo problemas con unos radicales en Mallorca, y desde
entonces opto por los personajes populares.
Una tarde de incipiente primavera, a pocos
metros de donde se encontraba el, llego una chica que, en pocos minutos, se
convirtio en mariposa que revoloteaba con una elegancia que envolvia en su
batir de alas la magnificencia de la naciente floracion. Multitud de pares de
ojos seguian sus evoluciones, sin perder detalle del suave aleteo.
Antonio tomo un lienzo virginal entre sus
manos, y con febril y ardiente deseo en trazos contundentes, se fue abriendo
paso la imagen de aquella mariposa sin igual que cautivo con sus movimientos el
alma del artista. La mano varonil daba forma a aquel rostro femenino que
parecia extraido de un libro de cuentos. Se cruzaron las pupilas del joven y la
mujer alada. Los labios dibujaron una tenue sonrisa, promesa de algo especial.
El corazon del hombre se agito. Las venas fueron rios de lava ardiente que
abrasaban cada rincon de su ser.
Volaba su fantasia bajo el cielo azul,
mientras en el lienzo tomaba forma aquella mariposa con cuerpo de mujer. Era
magia que brotaba de sus manos al mezclar los colores y la constante sonrisa
que se plasmaba en el cuadro, con un halo de embrujo que hablaba de otros
mundos, de otras realidades...
Como hipnotizado, sus ojos no podia dejar de mirar las evoluciones de aquella mujer, de
aquella fantasia sacada de algun viejo cuento de hadas. Sintio el impulso
irrefrenable de ir hacia ella, atravesando la marejada humana que envolvia
aquel cuerpo alado. Mientras, lienzo en mano, intentaba infructuosamente
abrirse paso entre la multitud, una lluvia de sonrisas dejaba su poso sobre los
rostros de los presentes.
Un temporal de inusitada belleza hizo
vibrar cada rincon del corazon del artista.
-Mariposa que alzas tu vuelo sin par, dejate
mecer por la dulce brisa que en mi pecho despiertas. Mira como la rosa del amor
se abre al acariciante sol de la manana, ofreciendote en sus abiertos petalos
el rocio que la dulce madrugada en ellos poso. Fragil belleza envuelve tu
maravilloso cuerpo. Tierno colorido en tus brazos voladores. Te agitas una y
otra vez al tenue compas del viento que se eleva desde el horizonte. Vuela,
mariposa, ve a mi rosal, que impaciente y encendido de amor, te espero. Ven a
calmar este temporal que me enardece y es fuego que mi sangre trastoca en
ardiente lava.
Atonito, imperturbable a lo que sucedia a
su alrededor, sin ver mas que a la mujer alzandose majestuosa sobre los demas,
su respiracion se torno jadeante. No podia dejar de mirarla, no podia dejar de
pintar su retrato... y ardia en deseos de hacerla suya, de amarla hasta la
saciedad.
Las luces naranjas de la Plaza Mayor se
confundieron con las luces del naciente ocaso. De alguna parte ignota, gotas de
agua se empezaron a estrellar contra el universo alli congregado.
De pronto la realidad planeo de nuevo
sobre el publico alli reunido. La marea humana se desperdigo buscando refugio
bajo los soportales que circundan la Plaza. En su huida desordenada,
arrastraron tambien a Antonio.
Sus ojos buscaron a la mariposa... Mas esta habia desaparecido. La desesperacion se adueno del
joven que escudrinaba cada rincon de la Plaza, intentando hallar aquella
fantasia que, por unas horas, se hiciera realidad.
A su lado, una mujer le rodeo la cintura
varonil. Era Marta, su mujer.
-La mariposa volo con la lluvia. A todos nos
hechizo con esa magia que desprendia en cada movimiento. Pero �ves? ante la primera
contrariedad se desvanece como un sueno. Volara de flor en flor, efimera como
la primavera, mostrando su belleza sin igual por esos mundos, haciendo que
otros, como tu y como yo, rocemos por unos instantes lo sublime.
- Si...! Pero era tan hermosa...! -alcanzo a
decir a la par que un hondo suspiro salia de lo mas profundo de su ser,
mientras colocaba aquel cuadro sobre un caballete, quedando asi expuesto al
publico curioso.
Cuando la lluvia amaino, Antonio recogio
todos sus enseres llevandolos a una furgoneta. Miro el cuadro, y vio como
aquella mimo, de forma indudable, le dedicaba una sonrisa.
Poco despues, se dirigieron a una cerveceria de
la calle Postas. En el camino, me perdi de ellos, hasta que nuevamente alguien
me recogia.
Asi conoci a PACO COLECCIONISTA.