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Noches
de Madrid, bajo
su niebla fria y gris, te
alcanzo a intuir. Me
pregunto que
calles te veran pasar, m me
pregunto quien ira
a buscarte. Confundiendote en
las sombras de la madrugada sabe Dios que encontraras! A
todos ellos diras
que si y a su lado iras a
todos ellos, aunque
tengas el alma fria. Noches
de Madrid, me
estremece su sonrisa de acero y su
rostro de piedra. Corazon
roto, acantilado
de mezquindades eres; corazon
roto quien a los ojos te mira! Errante
figura en
la soledad te puedo escuchar y,
casi, alcanzarte con mi mano. Por
senderos ciegos huellas
de amarga soledad, por
senderos ciegos, jirones de
tu persona. Noches
de Madrid, bajo
tu cielo estrellado, cuanto miseria albergas! Para Nieves, con
todo mi aprecio Madrid, 14 de septiembre de 1989 |
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