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10.
Aurora de amor
Cuando por el horizonte lejano Asomaba el primer atisbo de claridad, Que desde la distancia sin fin a mi
venia, La suave caricia de la luz crepuscular Con dulce y constante premura. Lentamente arrinconaba las sombras. Mis ojos, aun rebosantes de tu amor, Traspasaron la distancia del ensueno Y fueron a buscarte a la orilla del
infinito, En medio de un mar de ilusion y fe, Con oleadas que tu cuerpo acarician Y cada rincon de tu alma besan. Iluminan tus ojos enamorados Cada esquina de mi corazon solitario, Te amo, mujer que en mis suenos anidas, Y quiero fundir mi boca en tu boca, Unir nuestras almas de amor ebrias En la aurora incipiente del dulce
despertar. Sentir tu cuerpo, ardiente de pasion, Suspirando ternura junto a mi cuerpo, Desnudas las dos, amada mia, en la
manana En la humedad de tu volcan perderme Y de la fuente de tu esencia de mujer Beber una y otra vez hasta saciarme. Aurora de amor, amanecer de fuego, En la hora postrera del otono de la
vida Renacer a la esperanza del amor
compartido Y otra vez las venas llenarse de fulgor Y otra vez rebosar las palabras
sentimientos Que yacian dormidos esperando
despertar. Madrid, 21 de diciembre de 1999 |
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