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XX. EL VIENTO Y TU CANCIoN
El viento, eterno viajero, llevara en su caminar
incansable aquello que a su paso cada uno le quiera entregar. El viento, confidente leal, sabe de quimeras y
realidades, de penas hondas y jovial
alegria, de amores y desamores... Tu cancion, risa y llanto, caudaloso manantial, que al brotar, deja al
descubierto destellos de luz y profundas umbrias. Tu cancion, sentimiento
alado, vibrante y sobrecogedora, viste de estremecimiento la
noche que te abraza con sus ecos. El viento, fiel hasta la
muerte, acudio, una vez mas, a tu
llamada y hoy lleva clavada en su
alma los sones de tu cancion. Madrid, 23 de noviembre de 1995 |
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