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XII. VI SU ALMA...
Vi su
alma solitaria rodar por
calles y avenidas vacias, sumida
en las sombras, lanzando
a la noche callada un torrente de lamentos. Vi su
alma sonadora volar por
encima de las nubes, camino
de las estrellas, en direccion
al sol mas radiante, danzando al son del viento. Vi su
alma emocionada vibrar ante
la presencia inconfundible del
carino mas sincero, y en
su mirada mas azul, �un oceano de
sentimiento. Vi su
alma aquella tarde, envuelta
por el sol que se iba, asomar a sus pupilas. Madrid, 9 de octubre de 1995 |
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