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El sol desaparece tras los cerros
solitarios. De pronto, el mundo se detiene. Sus pupilas se clavan en las mias mientras, lentamente, me dice que ya debe marcharse. Densas nubes cubren el firmamento. Mis amigos se callan� El silencio cae, con pesado manto, sobre el lugar y
mi alma. Con ella se van tambien los ultimos
destellos de luz. Nuevamente mi vida se hunde en las
tinieblas. La serpeante luz de un rayo presagia una proxima
tormenta. La brisa se convierte en viento que arrastra
hojas muertas. El cielo esta cada vez mas oscuro. Las aves buscan un sitio donde
guarecerse. Un nuevo rayo. El trueno retumba de roca en roca en las paredes
del barranco. Al poco tiempo, caen las primeras
gotas. Gotas de un cielo que llora� De un corazon joven que siente con toda su fuerza la negativa a
ser viejo. Un vacio sendero me invita a seguirlo; vuelvo a ser la mujer de antano, de
siempre� -oOo- Al volver un recodo escucho una voz que mi nombre
pronuncia. Giro la cabeza y� veo que se trata
de ella. Ella; que, con una sonrisa, se cuelga de mi brazo, viniendose conmigo. Al fin, ya nunca mas volvere a estar
sola. Madrid,
29-30-31 de mayo de 1984 (Revisado en noviembre de 2013) |
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