Clara luz en lo alto
estrellas en el cielo,
y los ojos de mi amada
resplandecientes luceros.
Duerme la noche su
sueno,
vestida de amores tiernos,
y en el hondo silencio
el clamor del sentimiento.
De la distancia sin
fin,
mi corazon viene a verte,
abre tu puerta, mi vida,
abre tu puerta, mi cielo.
Las cinco de la
madrugada
en aquel viejo reloj dieron,
se anuncia el nuevo dia
la noche ya se retira.
Que pena, mi alma,
que pena, mi sol,
que nunca nos podamos ver
con la claridad del dia.
Madrid, 20 mayo, 2007
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